lunes, 22 de noviembre de 2010

CAZORLA-CERRADA DE UTRERO

La ruta se inicia en la senda que parte a la izquierda, entre el Control de la carretera que da el acceso al poblado del Vadillo Castril, antes de pasar el puente sobre el Guadalquivir, y el aparcamiento del quiosco-bar "cerrada de utrero", para así dejar el poblado a nuestra derecha. Iniciaremos un recorrido circular de aproximadamente una hora (todo depende de la cantidad de tiempo que utilices para observar y admirar dicho entorno, y unos 1700 m de longitud.
Cerrada de Utrero

El sendero, balizado y protegido por barandillas, es tortuoso y resbaladizo (sobre todo si ha llovido días anteriores) en los primeros momentos, pero la belleza del entorno bien vale el esfuerzo.
Cerrada de Utrero
Mientras ascendíamos, observábamos el entorno y lo fotografiábamos, pues es impresionante la cerrada desde las alturas. Luego descendíamos por toda la garganta de caliza, por donde discurre el río Guadalquivir encañonado en la Cerrada de Utrero.
Antigua Presa

Terminados la Cerrada en la antigua presa. De esta parte la tubería que precipita el agua sobre las turbinas de la Central eléctrica de Utrero, la cual visitamos cuando terminamos esta ruta, dirección a Arroyo Frío donde estábamos alojados.
Antigua Presa
Adosadas al muro bajamos por unas escaleras al lado de la presa.
Antigua Presa
Después de la bajada el camino se ensancha, y a unos metros, encontramos a nuestra derecha en la otra ribera,  el Salto de Linarejos.
Salto de Linarejos

Cascada natural por la que se despeña el arroyo Linarejos sobre el río, que se alimenta a su vez de otros más pequeños, el Valdeinfiernos y el Collado Verde.

Proseguimos la ruta bordeando el Peñón del Lanchón, gran mole caliza que a nuestra izquierda rodearemos, sin dejar de mirar atrás para apreciar la belleza de los rápidos y pozas que forma el río entre los bloques de piedra caídos sobre él.

Durante el transcurso de la ruta pudimos observar lo que nosotros creemos que son buitres leonados, que gracias a los prismáticos (que os aconsejamos que llevéis si realizáis la ruta) estuvimos un buen rato observando sus vuelos, y nidos.
En la lenta ascensión y desde los miradores existentes, se nos abre ante nosotros una amplia panorámica del Valle del Guadalquivir, y a nuestra derecha en lo alto, el Mirador de las Palomas y sobre el La Viñuela, al frente el Valle y a la izquierda Peña Gallinera.
Continuamos por la pista y antes de llegar al fin de la ruta y donde se encontraba nuestro coche, nos sorprendió gratamente un ciervo. Nos tiramos una minutos observándonos, pero cuando descubrió que éramos inofensivos... se quedó a tan sólo 3 m. de nosotros tranquilamente comiendo... Gran momento.

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